A continuación os vamos a ofrecer un poco de información acerca de la enfermedad hemorrágica vírica, debido a que se han documentando nuevas cepas de este virus, especialmente virulentas y graves que afectan tanto a conejos silvestres como a nuestros conejos domésticos.
Enfermedad hemorrágica vírica (RHDV)
- ¿Qué es?
- ¿Cómo se transmite?
- ¿Cuáles son los signos clínicos?
- ¿Cómo se trata?
Es una enfermedad causada por un virus tipo Calicivirus que afecta a conejos silvestres y domésticos.
El primer brote conocido, ocurrió en China en 1984, propagado por los conejos de Angora que habían sido importados desde Europa. Para fines de 1990, se registraron brotes en 40 países, y la RHDV se había vuelto endémica en las poblaciones de conejos silvestres de Europa, Australia y Nueva Zelanda.
La enfermedad se transmite a través de secreciones de conejos infectados (heces, orina, secreción conjuntival) así como a través de insectos e incluso por fómites (bebederos, juguetes, nuestra ropa).
El cuadro sintomático es muy variado. El órgano diana es el hígado sin embargo los signos clínicos son muy variables. Lo más frecuente es una afectación de tipo hemorrágico generalizada debido a la lesión hepática pero también puede haber secreción nasal de tipo hemorrágica, signos oculares, neurológicos…
Los cuadros más agudos transcurren en cuestión de horas, pueden sucederse incluso muertes súbitas.
Si el animal desarrolla la enfermedad es de carácter mortal ya que no existe ningún tratamiento específico. Las terapias que se administran son fundamentalmente de soporte y por desgracia no suelen tener éxito.
No obstante, aunque la enfermedad es muy grave existen actualmente vacunas específicas que están demostrando ser muy eficaces en la prevención de la enfermedad.
Hasta la fecha, nosotros hemos recomendado vacunar anualmente a nuestros conejos domésticos aunque no tengan contacto con el medio exterior, ya que, como hemos expuesto anteriormente, las vías de transmisión son muy numerosas.